Vivimos en un mundo donde la incertidumbre económica es una constante. A medida que enfrentamos cambios rápidos en la tecnología, la política y la economía global, la preocupación por nuestro futuro financiero se ha convertido en una prioridad para muchos. Y es que hay que tener en cuenta que el porvenir económico, no sólo se trata de acumular riqueza, sino también de garantizar la estabilidad y la tranquilidad en los años venideros. Sin duda, esta incertidumbre económica puede generar estrés y afectar negativamente nuestra calidad de vida. Por lo tanto, comprender por qué nos preocupa tanto el futuro financiero es crucial para abordar estas inquietudes de manera efectiva.
Gráfica del día: ¿A quienes les preocupa más su futuro financiero?
En el reporte “Perspectivas de la Economía Mundial”, emitido en el pasado mes de octubre, el Fondo Monetario Internacional destacó que la recuperación global después de la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa en Ucrania sigue siendo gradual y desigual. Y es que hay que tener en cuenta que la actividad económica aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia, especialmente en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, y se observan crecientes disparidades entre distintas regiones. Diversos factores están obstaculizando la recuperación. Según las proyecciones de la entidad, se espera que el crecimiento mundial disminuya del 3,5 por ciento en 2022 al 3,0 por ciento en 2023 y al 2,9 por ciento en 2024, cifras significativamente inferiores al promedio histórico (2000-2019) de 3,8 por ciento.
Desde esa perspectiva, tiene mucho sentido que muchas personas sientan inquietud al considerar no solo su situación económica actual, sino también la futura, temiendo por el estado de sus finanzas personales. De acuerdo con los datos de Statista Consumer Insights, el 35 por ciento de los encuestados en Estados Unidos respondió afirmativamente sobre si están preocupados por su futuro financiero, una proporción similar a la registrada en Reino Unido (34 por ciento) y Alemania (36 por ciento). Esta preocupación es aún más pronunciada en países como México (42 por ciento) y España (43por ciento). En contraste, las finanzas personales no parecen ser motivo de inquietud para un porcentaje tan alto de encuestados en las zonas urbanas de China, donde solo una sexta parte de los entrevistados reconoció estar preocupada por el estado futuro de su situación financiera.